Mathieu y Eva, apasionados del gravel, cogieron su Diverge STR y se embarcaron en una aventura inolvidable: The Rift, una carrera de 100 km por los impresionantes paisajes de las Tierras Altas de Islandia. Este exigente itinerario los llevó a recorrer campos de lava negra y la grieta que separa las placas tectónicas norteamericana y euroasiática. Para superar este desafío, necesitaron resistencia, determinación y un profundo respeto por la naturaleza.
Fotografía: Mathieu Pellerin
Soy Mathieu, tengo 39 años, vivo cerca de París y trabajo como fotógrafo. Me encanta montar en bici desde que era un adolescente y descubrí el gravel hace tres años. Como fotógrafo, he tenido la suerte de viajar en bicicleta y vivir aventuras increíbles, lo que me ha hecho enamorarme aún más de este mundo. Colaborar con Specialized me ha abierto puertas a proyectos fascinantes donde combino mis dos pasiones: el ciclismo y contar historias.
Me llamo Eva, tengo 39 años y, aunque soy italiana, vivo en París. Mi aventura en el mundo del ciclismo comenzó con el gravel, una modalidad que me ha conquistado por completo. En 2023, lancé Femmes à Vélo (Mujeres en Bicicleta), un proyecto que rinde homenaje a las ciclistas parisinas a través de las cautivadoras fotografías de Nicola Fioravanti. En febrero de 2024 celebramos nuestra primera exposición en el ayuntamiento del distrito 7 de París y fue todo un éxito: batimos récords de visitas y la Rue de Grenelle se llenó de bicicletas. Ahora queremos llevar esta visión de comunidad a toda la ciudad.
Nos enviaron la invitación y era una oportunidad que no podíamos dejar pasar. Una carrera de 100 km por el terreno volcánico de Islandia es la combinación perfecta de ciclismo, fotografía y aventura.
En primavera intensificamos los entrenamientos haciendo rutas largas alrededor de París, entre las que incluimos el bosque de Meudon, mientras probábamos la Diverge STR. Eva siguió un programa indoor en Storm Cycling Club, mientras que Mathieu optó por recorridos de mayor distancia (¡hizo una ruta de 200 km!) para adaptarse a los retos únicos de Islandia.
La libertad, la exploración y el reto físico. Los impresionantes paisajes de Islandia fueron el escenario perfecto para ir más allá de nuestros límites y conectar con ciclistas de todo el mundo.
En los últimos kilómetros, llevamos nuestras fuerzas al límite e hicimos lo mismo con la bici. La velocidad y la suspensión Future Shock absorbieron los baches del terreno sin esfuerzo. Sus neumáticos de 47 mm dominaron arena y ríos, lo que nos hizo confiar en ella ciegamente y ser muy eficientes durante toda la carrera.
¡Los cruces de los ríos! En el primero acabamos con los pies mojados, pero al volver decidimos atravesarlo a toda velocidad. Terminamos empapados, pero eufóricos. Ese momento de triunfo y risas fue mágico.