Mordisqueé mis uñas recientemente manicuradas. Al mismísimo diablo se va otra resolución de Año Nuevo, Alison. Deja de comerte las uñas, por Dios, no desperdicies dinero de una manicura Wanted Red or Alive perfecta. ¿Puedes al menos pretender que tienes una cara competitiva? Es decir, nadie te obligó a estar aquí — de hecho pagaste para llegar hasta aquí y te buscaste este camino. ¿Puedes actuar como si lo estuvieras disfrutando y quisieras estar aquí con toda la confianza del mundo? Te cepillaste el cabello y los dientes esta mañana, y entrenaste durante meses para este momento. Es momento de correr y ponerse esos shorts de niña grande y hacer lo que viniste a hacer. Correr. Competir. Participar. Disfrutar el día.
Un fotógrafo me captura en la línea de salida. En la foto se ve una mirada de convicción, la personificación de una atleta profesional. Tranquila. Segura. Peinada. Preparada. Viendo esa foto, podrías pensar que esa es mi verdadera cara competitiva... ¿pero es así? ¿Es esa la cara que personifica por qué estaba allí?
Para ser honesta, no. Finge hasta que sea verdad, es lo que digo. Mientras temblaba en mi interior, y mis dientes castañeaban, simulé una calma sensación de convicción en la línea de partida. ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué intenté estar en este evento? Mi novio me dejó, mis piernas se sienten mal y no dormí bien anoche. Y ni mencionar que es ese momento del mes. Me da mucho miedo caer y no estoy segura de cómo va a terminar el día, así que ¿por qué diablos estoy en esta línea de salida con una cara competitiva que ni siquiera es la mía?
Buena pregunta. Me la hago a diario durante cada intervalo y en cada rodada de entrenamiento, cuando no puedo dormir, en la carrera, pero... ¿por qué? ¿Por qué someterte a la posibilidad de fracasar y decepcionarte por la mínima posibilidad de gloria? ¿Por qué arriesgar tu orgullo, tu tiempo y dignidad? ¿Por qué dejar la comodidad de tu gimnasio en un ambiente controlado?
Por una razón sencilla: ¿por qué no? ¿Por qué no llevar tus límites a lo desconocido? ¿Quién quiere solo rodar cuando puedes entrenar por una meta? Puedes encontrar tu cara competitiva cada día del año, sin importar si hay un evento o no. Pero los eventos son como destinos es un mapa, nos hacen seguir avanzando hacia nuestra próxima aventura.