A la hora de pedalear es importante sentirnos cómodos: el talle del cuadro de tu bici, tu asiento o incluso los puños elegidos pueden determinar qué tan acertado estás y qué tan bien te sentirás luego. Por eso es fundamental una buena calza, una que amortigue el peso de nuestros isquiones en su correcta posición y que nos proporcione ese tan buscado confort a lo largo de toda la rodada. De la mano de la comodidad va el estilo, y un buen diseño nos brinda seguridad, alegría y aún más ganas de pedalear.