Lista de mantenimiento para tu bici

Comprobar la presión de las ruedas antes de subirte a la bici es un hábito sencillo que puede salvarte el día, especialmente si llevas tubeless. Si la presión es demasiado alta o baja, hay mayor riesgo de pinchazos y la bici se comportará peor.

También es importante vigilar el desgaste. Un neumático gastado tiene menos agarre, especialmente al frenar o descender, y se pincha con más facilidad. Cambiar los neumáticos a tiempo mejora el rendimiento. Si llevas tubeless, recuerda revisar y rellenar el sellante cada pocos meses. Algunos se secan más rápido que otros y, si el tuyo se ha secado, no sellará correctamente, lo que puede hacer que un pequeño pinchazo ponga fin a tu aventura.

Pocas cosas son tan frustrantes como ir a cambiar de marcha y… nada. Esa amarga sensación al saber que vas a tener que sufrir en todas las subidas que quedan es algo que nadie quiere experimentar. La mayoría de los sistemas de cambio electrónico solo necesitan cargarse cada 60 horas de uso aproximadamente, por lo que es fácil olvidarse de hacerlo. Un buen truco es cargarlos una vez al mes. Puedes ponerte un recordatorio mensual en el móvil para evitar quedarte sin batería cuando más lo necesitas.