El Susurro de los Senderos
Hylton “Hylly” Turvey es un hombre de pocas palabras. Sus conversaciones se caracterizan por largas pausas y parece ponerle el mismo cuidado a contestar una pregunta como se lo pone a construir un sendero. Hay una tranquila contemplación de la situación en cuestión, seguida de una respuesta bien reflexionada.
“Quiero crear esa sensación que yo quiero sentir encima de la bici”, dijo mientras explicaba su filosofía como constructor de senderos. Se podría resumir, en una palabra: Flow. “Me gusta bajar con flow”, dice Hylly, “así que visualizo la montaña y me imagino a mi mismo descendiendo por ella. Así es como nacen mis senderos”.
Flow. Es esa sensación que todo rider persigue. Ese momento eufórico en el que cambias el chip y dejas de bajar por el camino para ser parte de él. En ese momento no hay nada más que tú, la bici y la tierra. Facil.
Matt Hunter es un buen conocedor del flow, por supuesto, pero los senderos que Hylly y su hermanastro Fanie Kok comparten con él en Karkloof le cogió por sorpresa. Estas bajadas, construidas por Hylly a través de valle de Karkloof, se diseñaron con la intención de ser el aperitivo del viaje y calentar motores para las bajadas de Drakensberg. Pero algo inesperado pasó, y se sintió tan natural que la aventura cambió su foco. Claro que fueron a Drakensberg (de hecho, berg en si es patrimonio mundial de la UNESCO), pero la magia que Hylly logró construir por las pendientes de Karkloof convirtieron el valle en el protagonista del episodio.
“Creo que la forma en que Hylly se relaciona con la tierra es lo que le ha permitido construir una red de senderos a través del valle en el que nació y ama", dice Matt. “Ha creado algo que antes no estaba ahí. No creo que mucha gente pueda hacerlo: vivir en un lugar y hacer un cambio a mejor por la causa que aman.”
Fue un amor nacido de la necesidad. Una pasión nacida de las montañas y valles de su casa.
“Nunca me plantee ser específicamente un constructor de caminos”, cuenta Hylly. “Pero en Karkloof no había nada para rodar, así que si queríamos montar en bici por senderos primero debíamos construirlos.” No fue una trayectoria fácil para él. Se esperaba que fuese doctor, abogado o contable, pero no concebía otra opción para su futuro. “Cuando dije que quería dedicarme a construir senderos la gente se río de mi. No se como explicárselo a la gente. Si conectas tanto con algo no hay forma de explicarlo, pero sientes que esto es lo que estás destinado a hacer”.