Para esta, completamente nueva, Stumpjumper todo comenzó con la columna vertebral de toda bicicleta: el cuadro. El control, la eficiencia, la durabilidad y el ahorro de peso nacen del propio cuadro. Los recientes avances en nuestro laboratorio de carbono dieron como resultado una nueva comprensión de cómo la forma afecta en el rendimiento de un cuadro. La forma, y no el material, determina la gran mayoría del peso, rigidez y durabilidad de un cuadro. Gracias al estudio de análisis de elementos finitos más grande que hemos realizado, hemos optimizado las dimensiones y los radios de los tubos del cuadro de Stumpy y sus uniones, asegurando que cada fibra de carbono entregue la mayor resistencia y rigidez posible. Cuando cada pieza de carbono cuenta con su propio peso, el material "sobrante" que de otro modo se escondería en las esquinas no optimizadas se elimina por completo.

Si bien la forma y el material ofrecen el rendimiento de un cuadro, para una bicicleta como la Stumpjumper conseguimos hasta el último gramo de rendimiento. Esto significaba utilizar el carbono más resistente y caro con el que jamás hayamos construido una bicicleta de montaña. Seleccionamos el material óptimo para cada capa de carbono, todo para ofrecer el máximo rendimiento necesario en cada parte del cuadro. Esto, junto con nuestro cuidadoso estudio de la forma, es lo que nos permitió alcanzar nuestros objetivos de rendimiento centrados en el ciclista con la mínima cantidad de material.